PODA DE ARBOLES FRUTALES EN MADRID
La poda de árboles frutales en Madrid presenta particularidades que la diferencian significativamente de otras técnicas de poda en nuestros jardines. Es por esto que resulta crucial contar con una empresa de confianza dentro de la región de Madrid.
En calidad de especialistas en poda, llevamos a cabo el proceso de poda de árboles frutales de manera meticulosa, asegurando una producción óptima de frutos de calidad.
¿Qué es la poda de árboles frutales en Madrid?
Este proceso es esencial para garantizar la calidad de nuestra producción. Aunque es cierto que al realizarla podemos sacrificar en cantidad, el resultado será un producto de alta calidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que una poda excesiva puede conducir a una producción nula o casi nula. Por lo tanto, al igual que en muchos aspectos de la vida, buscar el equilibrio entre el crecimiento y la fructificación es clave.
¿Cómo se realiza la poda de árboles frutales en Madrid?
La guía y poda de árboles frutales son prácticas que comienzan desde el mismo instante de su plantación.
Es importante recordar que crear frutales a partir de árboles ya desarrollados implica un esfuerzo considerable, además de requerir conocimientos técnicos y las herramientas adecuadas. Un árbol joven ofrece las condiciones óptimas para ser podado y guiado con herramientas tan simples como unas tijeras. En este proceso, se fomenta una estructura de ramas abierta, con crecimiento horizontal, y se eliminan las ramas más altas para evitar un crecimiento vertical y de difícil acceso.
Una vez que se ha establecido la estructura deseada del árbol frutal, se realiza una poda regular anual para eliminar las ramas improductivas y aumentar la exposición solar de las demás ramas. Es fundamental tener en cuenta que la forma en que el árbol responde al corte depende de su ubicación, por lo que aplicamos:
- Aclareamientos: eliminamos ramas de manera completa para que el resto pueda beneficiarse de toda la energía disponible.
- Descabezamientos: conservamos un mayor número de yemas en cada rama, fomentando así una planta más compacta, ramificada y densa.